sábado, 19 de abril de 2014

Día 3: El Desafío

Comenzó el Viernes, llegó el día del desafío principal: trepar hasta el Abra el Acay y luego descender hasta Cachi. Después de las preparaciones de rigor, salimos de San Antonio alrededor de las 9AM. El Touring de Jacinto partió primero y esperó al resto de la troupe en el cruce de la RN 40; el resto salimos juntos unos minutos más tarde. 
En ese primer tramo de 10 km empezamos a poner a prueba la capacidad de los T para trepar en la altura, ya que la salida del pueblo es en subida. Llegamos al cruce y, luego del agrupamiento, comenzó oficialmente el desafío.
Preparaciones previas
El desafío de la altura afecta a los Ford T principalmente en la capacidad del motor de entregar la potencia suficiente, ya que son motores aspirados que en condiciones normales tienen una relación de compresión de 6 a 1. En la altura, la presión de aire disminuye y, consecuentemente, disminuye la concentración de oxígeno. Para salvar esto, 3 de los autos del desafío fueron equipados con oxígeno: un tubo de O2 en el coche con una válvula y manguera directa a la entrada del carburador. Adicionalmente, El Caminante fue equipado con un turbo: un fuelle de fragua ubicado en el estribo derecho con una manguera de 5cm de ancho que iba directo al carburador.
El desafío
Comenzamos la subida al Abra en el mencionado cruce. Cada Ford T iba sea seguido por su vehículo de apoyo. Jacinto nuevamente salió primero con un Touring. Segundo fue Héctor con el Sedán. Tercero Claudio con el Roadster y cuarto Daniel con El Caminante (Touring 26). El primer tramo tuvo leves pendientes y el ritmo de ascenso era muy leve pero constante. El primer inconveniente fue con el Roadster de Claudio: perdió una tuerca en la rueda delantera izquierda y ésta quedó cruzada. Afortunadamente, Daniel tenía tuercas de repuesto, así que tras unos minutos el Roadster quedó nuevamente en condiciones. Aprovechamos de asegurar todas las tuercas con chavetas improvisadas y seguimos. 
En este primer tramo, El Caminante se mostraba algo apunado: le faltaba potencia, incluso con la caja reductora que tiene (caja de Rugby que normalmente funciona en 2da y 3ra para lograr una "baja" y una "directa", respectivamente). Probamos con el turbo, pero el efecto era nulo, imperceptible. Luego con el oxígeno, pero aún no alcanzaba el ritmo de los otros autos. La solución fue modificar la caja reductora (hacerla trabajar en 1ra) y retirar la manguera del "turbo". Después de ello, el oxigeno solo fue necesario para las cuestas más empinadas.
Seguimos camino y la pendiente seguía siendo leve pero continua. Antes de empezar la cuesta más empinada, la Roadster de Claudio nuevamente se vio en problemas: no podíamos hacerla arrancar. Daniel improvisó una corrección en el nivel del flotante del carburador pero no había resultado. Los síntomas daban a pensar que no llegaba combustible al motor porque no había ninguna explosión. Revisamos el sistema eléctrico e intentamos nuevamente. Intentamos con palanca y luego pechando el auto, pero la altura nos quitaba el aire rápidamente, así que atamos la Roadster a la EcoSport para seguir intentado pero el resultado seguía siendo infructuoso. Desistimos de seguir intentando: la Roadster fue cargada en su trailer para poder completar la travesía. Horas más tarde llegó el diagnóstico del inconveniente: la rotura de un engranaje cónico del sistema del distribuidor.
Continuamos la aventura con un camino más empinado ahora: llegaba el momento de trepar. Jacinto fue el primero y subió como una saeta. No lo alcanzamos hasta Cachi. En sus palabras fueron "23 km pisando la primera ayudado con el oxígeno". Segundo subió Hector, a quien alcanzamos ya cerca del abra. Con el Caminante tuvimos varias paradas técnicas. El auto se quedaba sin nafta. Revisábamos el circuito de alimentación y no parecía no tener problemas. Después de un par de paradas por este inconveniente, improvisamos un tanque de nafta con un bidón de 5 litros colgado del parante y una manguerita plástica (que sobraba del sistema de oxígeno) directa al carburador. Con esta modificación, el Caminante pudo continuar tranquilo. 
Tras un reagrupamiento de los autos y tripulaciones de Hector, Claudio y Daniel a pocos kilómetros de llegar al abra, emprendimos el último tramo. Empezamos a ver apachetas a lo lejos, lo cual nos advertía que ya estábamos llegando. Dejamos la EcoSport a un costado del camino y nos subimos al Caminante para completar juntos la aventura. Llegamos al Abra El Acay a las 15:15. 4895 msnm según los carteles, 4955 msnm según el GPS. Luego del abrazo por el logro, llegaron los otros autos. Nos saludamos todos, estacionamos los autos y nos tomamos las fotos de rigor. Después volvimos a buscar la EcoSport y, tras acomodar algunos detalles retomamos el camino rumbo a Cachi: nos faltaban aún 102 kilómetros. 
Descenso a Cachi
El camino descendía abruptamente y con muchas curvas, ahora el desafío era mantener los autos a una velocidad moderada. Por tramos era sumamente angosto y tenía un barranco de varios metros a la izquierda. Así bajamos, con un ritmo de descenso muy marcado de a ratos. El Caminante tuvo algunos inconvenientes, entre ellos los 2 minutos más alocados de todo el desafío: llegamos a una subida muy empinada con el auto de Hector andando detrás. El Caminante se queda en la subida y obliga a Hector a frenar el Sedán en plena cuesta. Daniel intenta poner la "baja" para terminar la cuesta pero desafortunadamente queda en punto muerto y empieza a irse para atrás, lo que obliga a Héctor a soltar los frenos y retroceder para evitar el choque. En cuando logramos frenar al Caminante, bajo del auto y veo un principio de fuego en el carburador. Corro buscando un matafuegos y Hector me alcanza el suyo. Apagamos el pequeño incendio y justo una motocicleta pasaba en sentido contrario. Los dejamos pasar pero la acompañante debe bajar y pasar caminando. Ni bien pasan, vemos que el Sedan de Héctor (quien se había bajado a ayudarnos) empezaba a retroceder cuesta abajo. Entonces con Daniel corremos a frenarlo, yo agarando la rueda delantera derecha y él subiéndose para aplicar el freno. Normalizada la situación, Hector camina un poco por el camino y encuentra un aparato electrónico tirado en el piso. Me lo alcanza pensando que era un celular de la pareja de la moto, pero lejos de ello era una cámara de fotos, ¡con fotos nuestras en el Abra! No se dio cuenta que era su nueva cámara de fotos que entre tantos apuros había caído al piso. Todo esto en menos de 2 minutos. Retomamos camino y continuamos nuestro descenso a Cachi, donde llegamos pasadas las 20. Como era Viernes Santo, para nuestra llegada estaba saliendo una procesión al Vía Crucis del pueblo, por ende todas las calles estaban cortadas. Haciendo algunas maniobras improvisadas, terminamos en la plaza principal frente a la iglesia. Cruzamos saludando entre toda la gente y las cámaras de televisión para llegar a nuestro hotel. Esa noche tuvimos tiempo de recorrer a pie el Pueblo y cenar en un restorán frente a la plaza central.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario